Monday, October 19, 2009

Aviso de epístola

Es probable que esta noche
llegues a casa y encuentres algo en tu buzón,
la banderola roja en alto desde lejos,
anuncia la llegada de este conato de carta
que no es sino, apenas una postal.
Esta, como podrás ver es de color azul y
habla de los puentes, esos angostos y hechos a mano
como también de los monumentales y concretamente fabricados;
si son estos o los otros, no importa mucho;
lo fundamental es saber de qué están elaborados.

El motivo de esta postal, no es explicar
las fórmulas arquitectónicas de aquellas estructuras,
el objeto de estas líneas es pedirte que independientemente
de los materiales que usemos en la construcción
de las bases trasatlánticas que comunican
tu orilla insular y mis costas continentales,
vayamos poniendo entre los cimientos
aquellas palabras fundamentales y
frases imprescindibles que hablan
de lo que sentimos clara y sencillamente,
que coloquemos entre pieza y pieza
esas respuestas que abundan dentro nuestro
y que nos inundan con sus razones como luciérnagas marinas.

Aquí desde la otra orilla,
espero que vuelvas sin ningún augurio y
con todas las promesas,
para seguir construyendo.

Saturday, October 17, 2009

Correspondencia

(Ciudad de destino: Ningún lugar.)



Seguramente esta serie de cartas y telegramas,
de postales y sus estampillas grises,
lleguen por debajo de tu umbral
y pienses
que no hablan de ti, ni de nosotros;
sin embargo, sus dobleces y bordes recortados
arribarán sin miedo y con alevosía infame
desde todos los frentes y grietas
de mi continente.

Esta primera postal
de color verde
no tiene otro fin que exponer mis razones escasas
pero concretas
sobre nuestros silencios y lo que se llevan
mientras duran.

Mientras duran los silencios
yo me muero detrás de estas líneas
y su tinta de duelo y lágrimas se derrama
por aquellos momentos
que sin saberlo han fallecido vírgenes y solos
sin que los hallamos vivido profundos y felices.

Mientras dura este silencio
el de hoy, no el de mañana,
yo sigo aguardando el acuse de recibo de esta postal
y me despido diciéndote
que los silencios pueden salvarse
siempre y cuando los alumbren
las palabras descalzas y sin armaduras
las frases desnudas y tímidas
que tiritan de pena en nuestros labios
para ser dichas.

Temporal

Me abrazo a tus horas de cansancio y agotamiento
siempre llegas para salvarme
de cualquier intento de tristeza
de alguna ausencia kamikaze
que amenace con derribar
mis puentes y fronteras cerradas;

me aferro a tu aroma de lunes
a tu olor a memorándum, oficio o circular
siempre acudes para abstraerme
de las cosas y el tiempo
de los detalles y recuerdos mínimos y cotidianos
que siguen golpeando insistentemente
las puertas y ventanas de mi casa;

me estrecho en tu exigencia incansable
siempre llega para recordarme, rodearme, envolverme,
pero sobre todo para protegerme,
puedo confiar en ti y me abandono en tus brazos
sé que tu horario llega con el día
para no dejarme en abandono
sé que no me pedirás nada
y al mismo tiempo te llevarás todo,
sin embargo, te acepto así implacable
y cruel,
ya no espero nada, sólo que llegues
con tu semana gris para acurrucarme
y guardarme seguro del mundo
en tus horas laborables.

Wednesday, September 23, 2009

Nunca jamás

…Creo que en alguna parte del camino
se deshilvanó o descosió
sin querer fui pisándole las mangas y las bastas
hasta que se desprendió;

no me di cuenta
muchas veces vi cómo se deshilachaba
y sus hilos colgaban como gritos desfallecidos
yo sin embargo,
pensaba que siempre se podía
volver a casa para
tomar puntadas en el asunto;

hasta que un día simplemente desapareció
pensé que se había quedado
entre las sábanas de la cama
en la entrada de la casa
o que se había confundido
con la ropa mojada que dejé en el umbral de la puerta;

pero no, simplemente se desató
de mis tobillos y muñecas
y quedó libre y solitaria en el mundo
tal vez, junto a otras como ella.

Entonces crecí…

Los límites de la ciudad

Al margen, olvidados,
estaban lejos, casi secundarios,
por debajo de todas las líneas visibles
e indeseables de la indigencia;

sus casas, si es que se pueden llamar casas
eran una sonrisa desdentada
que se oculta con vergüenza
detrás de una mano embustera;

sus habitantes van descalzos
y su día seguramente estará salpicado
con los colores grises
de los escasos bloques que dibujan
la frontera de la ciudad;

van descalzos y sus pies
traen adheridas las marcas de su andar
de la pena y de una historia
triste y cansada,
de una vida que hace rato
olvidó la esperanza;

los ojos de los niños apagan su luz
en la oscuridad de la languidez cruel
que los desarma
que les roba el aliento
que enlentece su paso
que achica su confianza en el mundo;

los ojos de sus niños siguen mirando
y esperan desolados
que llegue alguien y los salve.

El paisaje, las casas,
la gente y los niños de los suburbios
se pierden en el horizonte
que bordea la metrópoli,
seguramente los suburbios de mi ciudad
no son los suburbios de la tuya;
los de la mía nacen, crecen,
se multiplican y siguen multiplicándose
seguramente mueran antes de lo previsto,
pero siguen existiendo inexorablemente,
más allá de los límites de la ciudad.

Antes y después

Antes, soñaba que el tiempo pasaría rápido
que vendrían los años buenos
que llegarían los amigos y las cosas queridas
la foto en mi velador
la alegría de volver
la nostalgia de estar lejos
las respuestas, todas;

entonces, buscaba las preguntas
los motivos para irme
las razones para regresar
el espacio en mi mesita de noche
la gente ausente y las cosas olvidadas
los años malos
las noches sin sueños
y dejar pasar el tiempo.

Y pasó tanto y todo
que dejé de soñar y de esperar.

Después, quedaron los momentos
las memorias y los detalles simples
la foto en mi velador que es una imagen de otros que ni conozco
pero que admiro porque sonríen,
quedó también,
un lugar a donde volver
que es mi propia casa,
no hay nada más,
la nostalgia es siempre bienvenida, nunca falla,
las respuestas no están todas,
pero al menos son las que se presentaron.

Antes, quién sabe;
después, tampoco.

Friday, August 14, 2009

Habeas corpus

"...Esta mujer que siente lo que siente
y está sangrando por mi propia herida
tiene la forma justa de mi vida
y la medida de mi pensamiento..."
Soneto enamorado - Franciso Luis Bernardez
1900 - 1978
Pienso que después que te lo diga
querrás denunciarme en alguna comisaría desolada
ante algún funcionario cruel que ha olvidado la sonrisa,
seguramente en el primer intento de mis pies por acortar distancias
te ocultarás tras una boleta de auxilio color ceniza
dejándome como un huérfano triste a oscuras,
probablemente huyas en el próximo tren marchito
alejándote de lo que dicen nuestros ojos
que no mienten;

sin mayor augurio ni suerte
sé que no dejarás a mis anteojos y ojeras que te observen
dando gritos hasta desfallecer en una lágrima tibia y feliz,
porque hace tiempo que tu hábito de fieltro
de dudas y prohibiciones negras
no permite que me detenga a mirarte con suavidad
mientras te olvidas del mundo y duermes;

sin embargo, déjame que te diga
que a pesar de tus intentos y recursos de escape
hace tiempo que solicito en los juzgados y cortes de tus memorias
un habeas corpus cálido y húmedo
que me salve de tus pretensiones pudorosas
que encarcelan la libertad de mis manos
para alcanzarte;
a pesar de tus argumentos escasos e insuficientes
no consigo liberación alguna a la indiferencia
de tus días grises y sin luz,
de tus puertas cerradas
y escobas tras de ellas;

hace tiempo
que tus instituciones burocráticas y jurídicas
siguen interponiendo fantasmas adheridos, oficios diplomáticos,
demandas impenetrables, convenios sin plazo fijo,
mientras yo me muero con cara de melancólica
detrás de los barrotes;

sin embargo, no me canso,
esperando que llegue dentro de un sobre verde
colgado en una paloma roja
la notificación de habeas corpus
que me deje volar a ti.

Tuesday, July 07, 2009

Informe de Auditoría

Yo pensé que ya no podría escribir más
que la bombilla se había quemado
que el petróleo que ardía en las pupilas
se había apagado
dejándome seco
como cerillo al borde de la mesa
e implacablemente áspero
como la mancha amarilla de las angustias
entre mis huellas.

Ayer justo hacía cuentas de tus deudas a mis acreedores
ayer me quejaba de mis dedos torpes
que acuciosamente intentaban digitar
en un ábaco de palabras
el debe y haber de mis vísceras en la mañana.

Los bifocales no me engañaban
y en mi camisa rayada de contador frustrado
maldecía la hora en que seguramente
dormía en la clase de contabilidad,
porque extrañamente no recordaba
que enseñaran
a contar la pena, a dividir el abandono,
a restar las lágrimas, a sumar las culpas,
para que el sentimiento de ausencia
siempre pueda ser menos y
que el castigo a los pobres convictos
sea un cociente dividido para dos,
a pesar de que te empeñaste en estos últimos tiempos
a endosarme la condena de sus pagarés.

El café se derrama sobre la calzada
y tu despedida es parte del humo de los automotores esta tarde
ya no me duele, ya no me arde,
las deudas son tuyas,
yo ya saqué mis ganancias y mis pérdidas
estoy tablas conmigo, no se vos,
los balances no mienten,
tampoco las cartas que escribiste,
ahora mis argumentos no tienen discusión
contigo las cuentas son muy claras.

Guardo los libros contables en el último cajón del armario
ahí seguramente serán esqueletos en el archivero
junto a otros documentos perdidos
que es mejor olvidar,
yo pensé que ya no escribiría más,
ahora sé que de alguna manera
las luciérnagas fósiles vuelven a encenderse
para seguir haciendo informes económicos de la existencia,
la auditoría de este año seguramente
augura para mis finanzas mejores balances y períodos,
más viejos, pero más sabios,
más torpes y resilientes,
más duros,
pero más cautos.

Thursday, May 21, 2009

Resumen de noticias

Ayer,
hice encargos y gestiones
caminé algunas calles buscando futuro
me salté el almuerzo
visité unas oficinas
y pedí trabajo.

Ayer,
elaboraste oficios y firmaste documentos
propusiste algunas estrategias sembrando presente
almorzaste con clientes
acudiste a unas reuniones
te quedaste hasta tarde trabajando.

Ayer,
escribí algunos versos
pensé en ti
reservé un espacio de mi tiempo
te guardé un trozo de pastel
sabes, terminé tu poema
qué pena no haberte podido ver.

Ayer,
hiciste unos bocetos
leíste un libro
te alcanzó el cansancio, el día fue largo
resolviste cosas pendientes
compartiste con otros
qué pena no haberme podido ver,
tal vez mañana.

Hace algún tiempo
que lo que hablamos no es más
que las noticias semanales
de nuestros diarios cotidianos
una síntesis de eventos
un periódico hablado
que tiene sabor a ganas
que se quedan en los poros enredadas,
un montón de sueños que no recordamos
cuando nos despertamos.

Hace algún tiempo
que me duermo pensando
mañana la prensa traerá algo distinto
un suplemento de sucesos afortunados
una agenda con anuncios de “se busca”
apropiados para encontrarnos,
buenas nuevas y bienvenidas
saludos anónimos enamorados y frases cariñosas;

hace algún tiempo
que pienso mientras duermo
mañana el día traerá una historia amable
con encuentros sencillos y trascendentales
con palabras de cambio y capítulos de caricias
con párrafos de consenso y puentes trasatlánticos
que dejaron de ser hace tiempo
un resumen de noticias.

Tuesday, May 12, 2009

Nostalgia

Se anida en los ojos
nos abraza cuando estamos desprevenidos
llega como un relámpago
que cruza la avenida
y se queda como una ola
aparcando en la orilla

es el viento que se cuela entre las costillas
uno no lo ve venir
pero lo siente como un soplo silencioso
y hondo
cuando lo aspira el corazón

se escurre como una lágrima por detrás del paladar
y se hace bufanda en el cuello
tan difícil de desatar
que se seca en el aliento
antes de que comience la tempestad

son las flores que aún no nacen en mi camisa
los hijos que no han florecido
debajo de mi ombligo
los libros que no germinan
en mi parcela de memoria y olvido

es la gente que uno deja atrás
y también los que abandonan la patria
embarcándose en otras historias
completamente distintas a las que algún día pensamos
es la distancia repleta de ausencias
que no terminan de despedirse

la nostalgia es un vagón
donde se embarcan aquellos sueños
que parten justo antes del amanecer
y se despiertan en las retinas secas
de un andén sin pasajeros.

Saturday, May 02, 2009

Recurso de amparo

Estoy llegando,
bajo el brazo traigo mis expedientes más limpios
y los que no lo están tanto,
seguramente vienen con ellos las arrugas del pasado
no te prometo que sean las mejores o las más sabias,
son las que nacieron mientras escribía la historia
sin darme cuenta de que estaba dibujando la memoria
de un tomo enciclopédico
que quizás te animes a leer.

Estoy llegando,
en mi mente llevo los recuerdos más secos
y también los que la lluvia ha mojado,
probablemente estén acompañados de canas y rencores
tal vez no sea tu oficio rescatarme de ellos, lo sé;
sin embargo, apelo a las razones arquitectónicas de la palabra
y solicito que tomes apuntes de los detalles
para liberarnos de los fantasmas que habitan
ciertos capítulos de mis sumarios más olvidados.

Estoy llegando,
en mis manos tengo las huellas de lo cometido
y de las ausencias de mis actos,
literalmente llevan adherido el registro táctil de mis moralejas
que quieren ser contadas en tus audiencias,
sé que no todas mis fábulas son prácticas e inteligibles
ni tampoco justas y menos exactas
más son las que fueron quedando entre los dedos
cuando escribía con tinta mis borradores
en los que intentaba alcanzar la esperanza.

Estoy llegando,
sin saber muy bien lo que me espera,
no ambiciono más de lo que existe
ni anticipo la exoneración de mi exilio gastado,
tampoco la redención de mis aciertos
claros o inexactos,
sólo aguardo la libertad que alberga tu mirada
y la esperanza en el recurso de amparo
de tu abrazo.

Entre las nueve y las diez

Es una curva completa
una vuelta entera
los minutos se desploman
los segundos se abrazan
y se cobijan como niños bajo los siglos
mientras yo me fumo la espera
entre las nueve y las diez.

Entre las nueve y las diez
podría ser una dirección
una mesa de un restaurante
un espacio en el péndulo del reloj
la referencia de una prescripción médica
una cita a destiempo
un café para despabilarse en la mañana.

Entre las nueve y las diez
podría ser la banca de un parque
en la que mis ojos se sientan
aguardando a escucharte,
el silencio tímido que tirita en mi oído
la interrogación que se pasea puntiaguda en mi frente;

son las ganas, el pestañeo,
las certezas que abandonan a las dudas
y a las preguntas que no tienen respuestas
es mi adolescencia brincando la brecha hacia tu pecho
la madurez que se queda inmóvil en mis dedos
mientras se escurre el tiempo
en mis labios
para permitirte llegar
entre las nueve y las diez.

Wednesday, April 29, 2009

Serenata nocturna

Para L.
"...Todas las hojas son del viento
ya que él las mueve hasta la muerte…"
Luis Alberto Spinetta

Te miro y pienso
que la luna y las estrellas te observan,
mientras lo hago
deseo
que aunque no siempre alumbren tus huellas
de vez en cuando aparezcan para recordarte
lo cerca que están los cometas como sueños
cuando uno no se cansa de perseguirlos

te miro y pienso
que el sol acaricia las hojas de los árboles,
mientras me despabila
deseo
que aunque la luz no alcance
para abrazar la noche
entiendas que siempre amanece
para espantar las sombras en el horizonte

te miro y pienso
que un mundo indescifrable aguarda allá afuera,
mientras lo hago
deseo
que aunque los enigmas no siempre sencillos
de comprender ronden los pasillos del tiempo,
disciernas la paz que se esconde
en los puentes, en los abrazos y en el viento

te miro y pienso
que el amor espera en los ojos de la gente,
mientras lo hago
deseo
que aunque no sea fácil y simple de hallar,
sepas que este te estará aguardando siempre
en la gente que te mira y que te quiere.

Friday, April 03, 2009

Andenes

La gente llega y se va,
siempre puede quedarse un rato
corto o largo
sin que esto signifique
quedarse para siempre;

uno simplemente puede
recorrer los pasillos
mirar a la gente
aparcar el pensamiento en alguna estación
intentar pernoctar en una banca
escapar de la lluvia
guarecerse del sol;

también se puede tropezar con
un lugar para olvidarse del mundo
perderse en el empedrado que cubre el suelo
encontrarse en la cara de algún desconocido
o hallarse retratado en la expresión
de quien ocupa el asiento cercano
sintiéndose perdido;

tal vez pueden ser
un rincón para estacionarse en un libro,
empezar el boceto de un poema
anotar las reflexiones de una lección
o escribir el detalle de una pintura,
que probablemente nunca terminemos;

pueden ser quizá
un espacio para ahogar la tristeza,
también para encontrar el amor
o arribar hacia la aventura,
lanzarse al mundo
acostumbrarse a estar solo
y sonreír mientras te
acomodas en tu butaca con el viento de la tarde
sintiéndote feliz.

Para mí los cafés de la plaza
se parecen a los andenes,
donde la gente llega y se va,
siempre puede quedarse un rato
corto o largo
sin que esto signifique que podamos quedarnos para siempre.

Saturday, March 28, 2009

Al otro lado

Te amordazaron,
te llevaron de espaldas,
la cara sobre el tapete,
la boca cosida,
las manos atadas,
la bota en tu cabeza,
los ojos clausurados,
te pusieron los sellos, las firmas
la etiqueta, incluso la fecha,
te quitaron el nombre
y en vez de él te calcaron un número;
luego, te olvidaron
en una agujero improvisado,
en medio de la nada.

Tus ojos descubrieron el paisaje,
a través de un marco distinto en la ventana
que era casi una rendija y a veces un ojal
donde las formas de la selva estaban tatuadas con barras
que de tiempo en tiempo parecían ser parte de ella.

Al otro lado de la mirilla
por la que se podían asomar tus pupilas
para ver el amanecer
mientras te crecían las pestañas
para mirarlo,
te encontraste algunas veces caminando
entre los árboles y el río,
mitad espejismo, mitad hastío,
cuando no terminabas de entender
que te habían robado los sueños
para convertirlos en pesadilla.

En aquella oscuridad
comenzaron a morir las palabras
los recuerdos, la memoria,
y tu voz.

Quién sabe ahora,
si todavía te descubra detrás de la ventana,
si te halle durmiendo bajo la tierra,
o resucitando en alguna frontera de mi letargo;
quién sabe ahora si te tropiece
en un arcoiris del horizonte,
si te encuentre para abrazarte en mitad de un puente
y celebrar tu nacimiento,
tu regreso tardío;
de la forma que sea,
siempre te estaré esperando
al otro lado del río.

Sunday, March 15, 2009

Adioses

...Y mi frente sembró todas las ideas
que prosiguen a una frase como ésa,
unos brazos ajenos se aferran a
otra espalda prójima,
esa boca que no pronuncia palabras mágicas
se cuelga de aquellos labios aún mito de una historia,
algunos dedos apuntan rápidamente los detalles de aquel cuerpo
como quien toma nota de un libro
antes de colocarlo en su acostumbrado lugar,
cada pieza se despide de sus similares
con un movimiento de olvido y añoranza
que abandona la memoria táctil de lo aprendido;

es entonces,
cuando empiezo a reír,
no hacia afuera, más bien hacia adentro,
entendiendo que ésta vez soy yo quien se marcha
dejando este capítulo terminado,
sacando el separador de tu página predilecta,
tramando un adiós magistral y sin retorno,
ni hasta luegos furtivos y ocasionales
para rememorar una lección
que hace tanto tiempo aprendimos;

ésta vez soy yo quien se va,
tú puedes quedarte,
yo me marcho…

Por si acaso

Hoy en cambio me he quedado
con los ojos cerrados y húmedos,
ya no espero nada
de esta casualidad,
me atrinchero en una tranquilidad que espanta,
me paro inmóvil,
luego avanzo despacio,
las palabras salen como si otro las dijera,
otro que definitivamente no soy yo,
salen como nudos ajustados
trenzados por mis cuerdas vocales;

y mis ojos continúan cerrados y húmedos,
puedo mirarte y no sentir que me estanco,
ni que envejezco,
tampoco siento que muero si te veo,
el corazón a penas palpita un pinchazo leve
del viento colándose por alguna aurícula o válvula descuidada
cuando distingo
tu imagen en medio de la cerrazón;

y mis ojos permanecen cerrados y húmedos,
tu cuerpo dogmáticamente compatible al mío
apenas si es ahora
ergonómico a mis manos,
un acorde que entona mis notas y viceversa
y hoy se ha vuelto más un mito que una promesa;
y estos ojos que te miran
ya sin tiempo, sin lágrimas
sin futuro, sin verbo,
sin miedo y sin esperanza,
siguen mirándote mientras te pierdes en la lluvia
y permanecen cerrados y húmedos.

Thursday, March 12, 2009

Saturno

...En medio de la noche
apunta hacia el infinito,
mientras me pierdo en una rotación leve
de su contorno,
alcanzo a ver las estrellas en la ventana,
y pienso
en cómo hoy,
los astros están tan cerca de mi almohada
cuando tú duermes sobre el lado oscuro de la luna
que alumbra el costado izquierdo de mi pecho...

Monday, February 09, 2009

Anotaciones








Allá quedan
el ocaso,
los árboles,
la laguna cotidiana,
los niños y sus barquitos de papel,
mi remo,
tu ola,
mis manos,
tus pies;

también quedan el pasto y los juncos,
las garzas curiosas,
las ramas de los cipreses,
los sueños que guardé en el armario,
los ojos en la ventana,
mi diario en tu cajón;

esperando no olvidar los detalles,
los lunares en tu espalda,
tus dedos en mi cicatriz,
tu hombro consolador,
tu abrazo que abrasa,
tu vientre acogedor;

tomo nota de tus comisuras y tus mejillas,
de lo que dicen tus ojos,
también de lo que no dicen;
apunto nuestros suspiros,
pero no los cuento,
espero que sean muchos;
escribo nuestras conversaciones,
para cuando llegue la noche
repasar aquellas anotaciones
tan simples y tan transcendentales,
cuando tú
estés lejos.

Pronósticos


Hay silencio,
en él se cuelan el techo y las paredes
las ventanas entreabiertas
las persianas que resuenan;
hay silencio,
en él se tamizan,
las plegarias de las ranas al cielo
esperando la lluvia,
también el canto de las cigarras y los escarabajos;

Luego las palabras irrumpen la afonía
se infiltran los recuerdos y las querencias
asisten las frases deseadas,
bienvenidas,
esas que son extrañadas antes de ser dichas;
hay palabras,
entonces se inundan los ojos
los oídos resuenan
los tobillos se mojan
el pecho se ahoga
el corazón se llena de sonidos.

Luego concurren los pretextos
resonando entre los ecos,
susurrando las preguntas y las dudas,
esas inconformes;
hay pretextos,
entonces las palabras huyen,
los ojos se secan
los tobillos se escurren
el pecho se enjuga
el corazón guarda sigilo.

Y así aparecen de nuevo,
las ganas de que llegue el silencio
que se cuele por el techo y las paredes
por las ventanas entreabiertas
haciendo resonar las persianas,
mientras yo me quedo
en su quietud,
oyendo las plegarias de las ranas, el cielo,
la lluvia, las cigarras y los escarabajos.

Friday, February 06, 2009

Obituario

"…yo no sabía que no tenerte podía ser dulce,
como nombrarte para que vengas aunque no vengas

y no haya sino tu ausencia tan dura
como el golpe que me di en la cara pensando en vos…"
- Poco se sabe (Juan Gelman) -

Incompleto, mutilado,
parcial, fragmentario,
nadie me dijo que así
veníamos al mundo;
y que de tarea teníamos
que concluirnos, refaccionarnos,
complementarnos, integrarnos;

nadie me avisó,
no vino en el manual,
ni en las indicaciones del crucigrama del diario,
no estaba en las instrucciones del rompecabezas del armario,
no venía en la etiqueta de la piel que me puse ayer
y que quería dejar colgada en tu patio;

tampoco me dijeron
que el tiempo no era un aliado,
que la noche venía
y que en un pestañeo
antes de que siquiera piense
que podía acabar todo,
el telón se cerraba tristemente
para dejarme del otro lado del escenario,
recibiendo las flores, los elogios y los llantos.

Nadie me lo dijo,
pero empiezo a entender
que estamos sobre estas suelas
para apurarnos, mejorarnos,
pulirnos, retocarnos,
y sobre todo para juntarnos,
hacernos uno, bailar un bolero o un tango,
no para cantar himnos solemnes
ni para guardar silencios de lutos pasados.

Nadie lo dijo,
si alguien lo sabía no lo dijo,
qué enigma difícil
y adivinanza compleja,
con pistas escasas,
migajas de pan desaparecidas,
deber de vida,
entender que así veníamos a este mundo,
con el único compromiso de encontrarnos,
a la mitad del puente para abrazarnos
y no quedarnos en las orillas esperando;
comprender que llegamos,
con la sola tarea de remendar, tus pies y los míos,
y que yo sea el ojal y tú el botón
de una misma camisa por la que respiramos;
con la oportunidad de sumarnos,
no ser menos o más,
sino más bien de completar
las cuerdas y amarras
que le falten a tus vidas
y las mías.

Nadie lo dijo,
pero pienso que estamos aquí
para consumarnos, llenarnos,
estrecharnos,
dejar una huella o dos o tres,
sentir que comenzamos.

Nadie te lo ha dicho,
y espero ser yo quien te susurre esta vez
que estoy aquí para abrazarnos,
completarnos, reintegrarnos,
hacernos uno,
bailar todos los boleros y los tangos
y no guardar ningún luto, ni silencio;
nadie te lo ha dicho,
y espero ser yo quien te grite esta vez,
que quisiera que comencemos y terminemos
juntos este boceto.

Tuesday, January 13, 2009

Humedad

Los dedos siguen quietos sobre la mesa
apenas se mueven,
los ojos siguen fijos en el papel
ni siquiera se despabilan,
las pestañas están secas
y las retinas bien abiertas
esperando a que aparezcas;

los oídos son pozos vacíos
a penas resuenan,
las mejillas son una patria huérfana,
la frente una orilla olvidada,
los labios, un trampolín
al borde de una pileta reseca,
esperando a que aparezcas;

ante los campos desérticos de este paisaje,
que precisan ahogarse en tu aliento,
humectarse en la calidez de su cercanía
sumergirse en los rincones de las comisuras esquivas,
hallarse en el juego de sus arcos traviesos,
ahogarse en la caricia jugosa de su mordida,
para naufragar en la humedad de las esquinas,
al final de este encuentro.

Thursday, January 08, 2009

Nota Reversal

El asunto del oficio habla de las precisiones,
de aquellas solemnes
ancladas en tus dedos mientras me hablas,
mientras te miro y mis pensamientos vuelan,
y tus zapatos y los míos siguen amarrados a la tierra.

El objeto del escrito habla de las solicitudes,
de aquellas formales
colgadas de mis anteojos mientras no estás,
mientras redacto mi última tentativa de poema,
pensando en pegarle alas a estas letras.

La presente comunicación quiere escapar
a las precisiones, a las solicitudes, solemnes, formales,
y sobre todo quiere escapar del frío,
para tocarte los dedos,
mirarte a los ojos,
desatar tus zapatos y los míos,
dejar de colgar los deseos en los anteojos,
y hacerlos abatirse entre las letras
que yo dibuje en tu cuello,
y hacerlos volar entre las letras
que tú escribas en mi espalda.

Confesiones

En medio de esta despedida de una sola acera,
de este adiós silencioso y sin motivo,
que me abandona al otro lado la calle,
y me olvida bajo la lluvia fría,
sin respuestas, sin palabras y sin vida;

me declaro culpable,
de las cartas incendiarias bajo tu puerta
de las granadas de pensamientos arrojadas en tu buzón
soy culpable y lo confieso de tentativa de secuestro
a tus memorias, a tu sombra ausente, a tu lado del colchón;

me declaro culpable,
y sin cometer perjurio ni escapar a tu condena,
en este vacío inundado por la luna llena,
confieso que soy quien roba tu reflejo en la ventana,
quien desgasta tus fotos con sólo mirarlas,
quien acecha tu umbral esperando algún día
dejar de hacer más confesiones,
y liberarme de los veredictos del olvido,
para declararme inocente de tu recuerdo,
y sentir tan sólo que he vivido.