Wednesday, April 29, 2009

Serenata nocturna

Para L.
"...Todas las hojas son del viento
ya que él las mueve hasta la muerte…"
Luis Alberto Spinetta

Te miro y pienso
que la luna y las estrellas te observan,
mientras lo hago
deseo
que aunque no siempre alumbren tus huellas
de vez en cuando aparezcan para recordarte
lo cerca que están los cometas como sueños
cuando uno no se cansa de perseguirlos

te miro y pienso
que el sol acaricia las hojas de los árboles,
mientras me despabila
deseo
que aunque la luz no alcance
para abrazar la noche
entiendas que siempre amanece
para espantar las sombras en el horizonte

te miro y pienso
que un mundo indescifrable aguarda allá afuera,
mientras lo hago
deseo
que aunque los enigmas no siempre sencillos
de comprender ronden los pasillos del tiempo,
disciernas la paz que se esconde
en los puentes, en los abrazos y en el viento

te miro y pienso
que el amor espera en los ojos de la gente,
mientras lo hago
deseo
que aunque no sea fácil y simple de hallar,
sepas que este te estará aguardando siempre
en la gente que te mira y que te quiere.

Friday, April 03, 2009

Andenes

La gente llega y se va,
siempre puede quedarse un rato
corto o largo
sin que esto signifique
quedarse para siempre;

uno simplemente puede
recorrer los pasillos
mirar a la gente
aparcar el pensamiento en alguna estación
intentar pernoctar en una banca
escapar de la lluvia
guarecerse del sol;

también se puede tropezar con
un lugar para olvidarse del mundo
perderse en el empedrado que cubre el suelo
encontrarse en la cara de algún desconocido
o hallarse retratado en la expresión
de quien ocupa el asiento cercano
sintiéndose perdido;

tal vez pueden ser
un rincón para estacionarse en un libro,
empezar el boceto de un poema
anotar las reflexiones de una lección
o escribir el detalle de una pintura,
que probablemente nunca terminemos;

pueden ser quizá
un espacio para ahogar la tristeza,
también para encontrar el amor
o arribar hacia la aventura,
lanzarse al mundo
acostumbrarse a estar solo
y sonreír mientras te
acomodas en tu butaca con el viento de la tarde
sintiéndote feliz.

Para mí los cafés de la plaza
se parecen a los andenes,
donde la gente llega y se va,
siempre puede quedarse un rato
corto o largo
sin que esto signifique que podamos quedarnos para siempre.