Saturday, March 26, 2011

Fisonomista

Cada uno tiene su oficio,
carpintero, servidor público o anónimo,
profeta, arquitecto, hacedor de imposibles,
abogado, médico, veterinario, cantor,
coleccionista de momentos, poeta,
taxidermista, dermatólogo, enfermera,
vendedor de sueños o de libros puerta a puerta,
en fin, todo lo que se puede contar;

yo en cambio,
hace tiempo que estoy terminando las prácticas
para ejercer mi oficio de fisonomista,
hace tiempo que vengo estudiando
las formas del sentimiento en la cara de la gente,
seguramente esa será mi especialidad;
por poco remunerada que pueda parecer
la profesión que he escogido,
nada me puede reportar más bien,
que el recordar a la gente no por sus nombres o apellidos,
pero si por sus gestos, por las miradas,
por sus sonrisas, por su angustia,
por su ira, por su dolor,
y reconocer y reconocerme en ellos
como prójimo o espectador;
estudio e intento empíricamente
ir encontrando las palabras
a cada corazonada que la gente me da.

Hace unos días descubrí,
que este oficio tiene sus retos,
ahí, justo ahí, cuando tengo que captar
tu rostro como la luz de la mañana,
es cuando se me acaba la memoria
para recoger en palabras
todo lo que dice tu cara,
cuando sé que tú puedes ver más allá
de las líneas y arrugas de la mía,
y alcanzas reconocernos a los dos
sin ninguna duda.

(Translation to English)


Physiognomist

Each has its own job,
carpenter, public servant or anonymous,
prophet, architect, maker of impossible,
lawyer, doctor, veterinarian, singer,
time collector, poet,
taxidermist, dermatologist, nurse,
seller of dreams or seller of books door by door,
at the end, everything that can be say;

I instead,
I'm finishing my long practices
to exercise my profession of physiognomist,
I have been studying for some time
the forms of feelings in the face of people,
surely that will be my specialty;
by very bad paid that could seem
the profession that I have chosen,
nothing can bring me more good
than remind people not by their names or surnames,
but by his gestures, by eyes,
their smiles, their anguish,
for their anger, their pain,
and acknowledge and recognize them
as a neighbor or bystander;
I study and attempt to empirically
to try to find the words
in every heart sound that people give me.

A few days ago
I discovered
that this job has its challenges
there, right there, when I have to capture
your face like the morning light,
is when I run out of memory
to pick up on words
everything that your face say,
when I know that you can see beyond
of the lines and wrinkles of my face,
and achieve recognition of you and me
without any doubt.

Sunday, March 20, 2011

Domingo por la tarde

Las paredes siguen blancas en la habitación,
allá en tu ciudad siempre habrá unas horas de diferencia
con mi huso horario,
y aunque he sido insistente con mis deseos al Universo
para acercar las manecillas entre tu reloj y el mío,
en tú ventana seguirá siempre siendo medio día,
cuando en mi balcón anochece;
a veces sencillamente pierdo la esperanza
de hallarte en los escalones del sueño.

La calle sigue desolada en la avenida,
hoy seguramente no saldrán los niños con sus sombreros y guantes
coloridos todavía de invierno,
no hay perros, ni automóviles,
ni estudiantes en bicicleta,
tampoco aquellas parejas de enamorados
que de vez en cuando espío
y veo declararse todo,
en las banquetas y bajo los árboles del parque;
a veces pienso en el consuelo
de hallarte por coincidencia en alguna de estas imágenes.

Mi trabajo sigue estando a medio terminar,
cómo me pasa a menudo,
entre una hoja y otra, entre documento solemne y otro,
me tomo unos minutos para pensar
en cómo serán los días y las noches
estando en tu presencia,
a veces mis ojos se pierden justo en las esquinas
de los párpados,
calcando las historias que todavía no suceden,
a veces simplemente no me alcanza la ilusión
para creer que esto, puede ser cierto.

Hoy,
el día no ha sido más que un pasillo
de hospital en domingo por la tarde,
las paredes blancas casi verde aséptico,
las calles y avenidas sin sonido como sala de espera
en completo silencio,
los corredores y escaleras vacíos
sin el chirrido de los zapatos
o los pasos de un alma,
el trabajo que se acumula sobre el escritorio,
los párpados cansados,
mientras la esperanza, la ilusión y el consuelo,
se sientan a esperar el próximo turno de guardia,
donde el día siguiente traiga
tu sonrisa de principio de semana
tus colores que inundan todo,
nuestras palabras hechas avioncitos de papel
cruzando el tiempo,
para encajarse en todas
nuestras imágenes,
aquellas que aún no suceden
y que ojalá pronto nos alcancen.