"...Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!..."
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!..."
Llorar a lágrima viva
Por: Oliverio Girondo
Por: Oliverio Girondo
Ed. Proa, 1932
El pronóstico del tiempo
amenaza con presagios de lluvia,
el pecho, la garganta, la frente
empiezan a empaparse;
nos abraza una brizna que viene del vientre,
desde las vísceras hasta la columna;
nos invade una garúa que sale por las costillas,
desde la pelvis al esternón;
nos acusa una llovizna que fluye de la médula,
desde hueso hasta la epidermis;
y uno empieza a enjugarse la lluvia con las manos, con las pestañas, con las mejillas;
la lluvia sigue cayendo
con gente o sin ella,
mientras duermo y también cuando mis ojos montan guardia en vigilia;
llueve con angustia y con locura
llueve con pena y con risa,
llueve
y uno se moja todo,
y se empapa desde adentro y viceversa
desde afuera hasta el revés,
limpiándose por dentro,
inundándose hasta el cuello,
declarándose en emergencia
sin hacer nada sólo llorar,
hasta ver los muebles de la casa naufragar,
los libros, las lámparas y las fotos flotar,
la cama, las botas y la ropa zozobrar,
todo en una tempestad de lágrimas
con presagio reservado,
con alerta roja,
con toque de queda;
y uno sólo espera a que escampe
y se sequen las nubes,
hasta que las aguas
se replieguen a nuestros pies,
hasta que se abra el cielo
y la tierra húmeda con olor a café
deje florecer los parques,
los edificios
y las calles de la ciudad.
4 comments:
La soledad y la angustia desesperan. A lo lejos, un abrazo de conforte.
llueven tus oraciones, granizan tus palabras, cada letra es una tempestad que invade mis sentidos, pero no logro encontrarlas cuanto te siento impávida mientras montas guardia, a mi lado, en vigilia
Lo que más me gusta de la lluvía, es que cuando de los ojos nos crecen brazos enteros. Estos caen desde los parpados y nos abrazan como encerrando y escondiendo nuestra humedad.
Me gusta cuando la lluvía hace que los muebles floten... me recuerda que la luz es como el agua.
Un abrazo desde la represa
Siempre he pensado que el llanto es igual de purificador que la risa, igual de respetable, una forma más de expresarnos.
Que llueva lo que tenga que llover, y que luego quede el olor a flores y hierba fresca y la expectativa del arcoíris.
Un cálido abrazo
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