Saturday, March 28, 2009

Al otro lado

Te amordazaron,
te llevaron de espaldas,
la cara sobre el tapete,
la boca cosida,
las manos atadas,
la bota en tu cabeza,
los ojos clausurados,
te pusieron los sellos, las firmas
la etiqueta, incluso la fecha,
te quitaron el nombre
y en vez de él te calcaron un número;
luego, te olvidaron
en una agujero improvisado,
en medio de la nada.

Tus ojos descubrieron el paisaje,
a través de un marco distinto en la ventana
que era casi una rendija y a veces un ojal
donde las formas de la selva estaban tatuadas con barras
que de tiempo en tiempo parecían ser parte de ella.

Al otro lado de la mirilla
por la que se podían asomar tus pupilas
para ver el amanecer
mientras te crecían las pestañas
para mirarlo,
te encontraste algunas veces caminando
entre los árboles y el río,
mitad espejismo, mitad hastío,
cuando no terminabas de entender
que te habían robado los sueños
para convertirlos en pesadilla.

En aquella oscuridad
comenzaron a morir las palabras
los recuerdos, la memoria,
y tu voz.

Quién sabe ahora,
si todavía te descubra detrás de la ventana,
si te halle durmiendo bajo la tierra,
o resucitando en alguna frontera de mi letargo;
quién sabe ahora si te tropiece
en un arcoiris del horizonte,
si te encuentre para abrazarte en mitad de un puente
y celebrar tu nacimiento,
tu regreso tardío;
de la forma que sea,
siempre te estaré esperando
al otro lado del río.

Sunday, March 15, 2009

Adioses

...Y mi frente sembró todas las ideas
que prosiguen a una frase como ésa,
unos brazos ajenos se aferran a
otra espalda prójima,
esa boca que no pronuncia palabras mágicas
se cuelga de aquellos labios aún mito de una historia,
algunos dedos apuntan rápidamente los detalles de aquel cuerpo
como quien toma nota de un libro
antes de colocarlo en su acostumbrado lugar,
cada pieza se despide de sus similares
con un movimiento de olvido y añoranza
que abandona la memoria táctil de lo aprendido;

es entonces,
cuando empiezo a reír,
no hacia afuera, más bien hacia adentro,
entendiendo que ésta vez soy yo quien se marcha
dejando este capítulo terminado,
sacando el separador de tu página predilecta,
tramando un adiós magistral y sin retorno,
ni hasta luegos furtivos y ocasionales
para rememorar una lección
que hace tanto tiempo aprendimos;

ésta vez soy yo quien se va,
tú puedes quedarte,
yo me marcho…

Por si acaso

Hoy en cambio me he quedado
con los ojos cerrados y húmedos,
ya no espero nada
de esta casualidad,
me atrinchero en una tranquilidad que espanta,
me paro inmóvil,
luego avanzo despacio,
las palabras salen como si otro las dijera,
otro que definitivamente no soy yo,
salen como nudos ajustados
trenzados por mis cuerdas vocales;

y mis ojos continúan cerrados y húmedos,
puedo mirarte y no sentir que me estanco,
ni que envejezco,
tampoco siento que muero si te veo,
el corazón a penas palpita un pinchazo leve
del viento colándose por alguna aurícula o válvula descuidada
cuando distingo
tu imagen en medio de la cerrazón;

y mis ojos permanecen cerrados y húmedos,
tu cuerpo dogmáticamente compatible al mío
apenas si es ahora
ergonómico a mis manos,
un acorde que entona mis notas y viceversa
y hoy se ha vuelto más un mito que una promesa;
y estos ojos que te miran
ya sin tiempo, sin lágrimas
sin futuro, sin verbo,
sin miedo y sin esperanza,
siguen mirándote mientras te pierdes en la lluvia
y permanecen cerrados y húmedos.

Thursday, March 12, 2009

Saturno

...En medio de la noche
apunta hacia el infinito,
mientras me pierdo en una rotación leve
de su contorno,
alcanzo a ver las estrellas en la ventana,
y pienso
en cómo hoy,
los astros están tan cerca de mi almohada
cuando tú duermes sobre el lado oscuro de la luna
que alumbra el costado izquierdo de mi pecho...