Friday, April 03, 2009

Andenes

La gente llega y se va,
siempre puede quedarse un rato
corto o largo
sin que esto signifique
quedarse para siempre;

uno simplemente puede
recorrer los pasillos
mirar a la gente
aparcar el pensamiento en alguna estación
intentar pernoctar en una banca
escapar de la lluvia
guarecerse del sol;

también se puede tropezar con
un lugar para olvidarse del mundo
perderse en el empedrado que cubre el suelo
encontrarse en la cara de algún desconocido
o hallarse retratado en la expresión
de quien ocupa el asiento cercano
sintiéndose perdido;

tal vez pueden ser
un rincón para estacionarse en un libro,
empezar el boceto de un poema
anotar las reflexiones de una lección
o escribir el detalle de una pintura,
que probablemente nunca terminemos;

pueden ser quizá
un espacio para ahogar la tristeza,
también para encontrar el amor
o arribar hacia la aventura,
lanzarse al mundo
acostumbrarse a estar solo
y sonreír mientras te
acomodas en tu butaca con el viento de la tarde
sintiéndote feliz.

Para mí los cafés de la plaza
se parecen a los andenes,
donde la gente llega y se va,
siempre puede quedarse un rato
corto o largo
sin que esto signifique que podamos quedarnos para siempre.

4 comments:

Anonimo said...

Querida autora de ellibrorojo.blogspot.com, por medio de la presente me permito saludarla y desear que su inspiracion no cese. Soy un asiduo lector de su pagina, la cual me inspira, me llena, me entristese y me alegra. Innumerables veces he estado tentado a comentar algunos de sus poemas pero en el ultimo instante siento que nada que lo que diga ( o escriba) estara a la altura o sera digno de las palabras, ideas, pensamientos o sentimientos que acabo de leer.

en fin, escribo por todos aquellos comentarios que se me quedaron atorados, realmente me encanta leerte, eres realmente buena, profunda, madura. Asi que gracias por escribir.

Un beso muy respetuoso..

te quiero.

Pao said...

Estimado lector del libro rojo:

Acuso de recibo su comentario, al tiempo que agradezco sus valiosas palabras, que me animan a seguir escribiendo; más aún si de alguna manera provocan algún setimiento en quien las lee.

Gracias nuevamente por leerme y por permitirme entrar a través de tu retina...

Un abrazo en la distancia,

Pao

Julio Mauricio Arboleda Larrea said...

A veces los andenes pueden volverse tu hogar y quizá nunca te vayas de uno de ellos. Busca el que más te gusta, arma una hamaca en medio de los que te hacen feliz y vive ahí. Yo no he encontrado hasta ahora este andén, pero siento que está cerca. Y tú como vas en tu búsqueda?

FRANCISCO PINZÓN BEDOYA said...

Hermoso retrato de observador

Un abrazo