Sunday, March 20, 2011

Domingo por la tarde

Las paredes siguen blancas en la habitación,
allá en tu ciudad siempre habrá unas horas de diferencia
con mi huso horario,
y aunque he sido insistente con mis deseos al Universo
para acercar las manecillas entre tu reloj y el mío,
en tú ventana seguirá siempre siendo medio día,
cuando en mi balcón anochece;
a veces sencillamente pierdo la esperanza
de hallarte en los escalones del sueño.

La calle sigue desolada en la avenida,
hoy seguramente no saldrán los niños con sus sombreros y guantes
coloridos todavía de invierno,
no hay perros, ni automóviles,
ni estudiantes en bicicleta,
tampoco aquellas parejas de enamorados
que de vez en cuando espío
y veo declararse todo,
en las banquetas y bajo los árboles del parque;
a veces pienso en el consuelo
de hallarte por coincidencia en alguna de estas imágenes.

Mi trabajo sigue estando a medio terminar,
cómo me pasa a menudo,
entre una hoja y otra, entre documento solemne y otro,
me tomo unos minutos para pensar
en cómo serán los días y las noches
estando en tu presencia,
a veces mis ojos se pierden justo en las esquinas
de los párpados,
calcando las historias que todavía no suceden,
a veces simplemente no me alcanza la ilusión
para creer que esto, puede ser cierto.

Hoy,
el día no ha sido más que un pasillo
de hospital en domingo por la tarde,
las paredes blancas casi verde aséptico,
las calles y avenidas sin sonido como sala de espera
en completo silencio,
los corredores y escaleras vacíos
sin el chirrido de los zapatos
o los pasos de un alma,
el trabajo que se acumula sobre el escritorio,
los párpados cansados,
mientras la esperanza, la ilusión y el consuelo,
se sientan a esperar el próximo turno de guardia,
donde el día siguiente traiga
tu sonrisa de principio de semana
tus colores que inundan todo,
nuestras palabras hechas avioncitos de papel
cruzando el tiempo,
para encajarse en todas
nuestras imágenes,
aquellas que aún no suceden
y que ojalá pronto nos alcancen.

5 comments:

Lendyll Naicker said...

An angel visited once;
A frozen heart thawed
A forlorn soul glimpsed bliss
And broken flowers blossomed
An angel sat by me once;
A sad clown smiled
An overzealous mind grew calm
And gathering clouds departed

An angel spoke with me once;
A life grew less solitary
A love wound mended
And divided rivers converged

I can’t forget her.

FRANCISCO PINZÓN BEDOYA said...

Paola:

Al leerlo temprano en est mañana, me sonó a nostalgia caribe... porque ese exilio, aunque voluntario, se capata en cada letra.

Buenas frase y letras y colores...

He de volver

Un abrazo

el oceano es un gorila loco said...

Hay profundidad en cada palabra, que pinta de alguna forma el paisaje de la historia. La poesia narrativa es cautivadora, la verdad me gusto lo que lei.

Saludos

Francisco Pinzon Bedoya said...

Cuanta nostalgia bonita, dicha desde una mirada elevada de tu exilio y de tus sueños en ese país del frío... Un abrazo y gracias por deleitarme con esa divagación que casi es un viaje por tu alma, casi... Sólo elucubro...

Everything About the Girl said...
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